lunes, 30 de abril de 2012

La invención de Hugo



"Todas las máquinas tienen una finalidad y sirven para algo, quizá por eso me ponga tan triste aquellas máquinas estropeadas... 

También cada uno de nosotros hemos sido creados para un determinado propósito en la vida...y ( al igual que las máquinas estropeadas) mientras no lo encontremos tendremos que "arreglarnos". 

...tampoco en el mundo sobra ninguna de las  piezas que formamos parte de él, y estoy convencido que tú estás aquí para algo"

Así es como recuerdo el brillante film en el que Scorsese  pone voz al niño Hugo Cabret empleando  como recurso y metáfora una llave que activa la máquina estropeada  sobre la que gira la película (un autómata).  Es un corazón y tiene por misión reparar el corazón del autómata estropeado dándole vida, y simbólicamente,  los corazones rotos de los personajes que pululan por la película entre su soledad y fracasos. Curiosamente cuando se logra poner en funcionamiento , cuando se "arregla" una máquina estropeada, otras "máquinas de carne y hueso" cobran sentido en su existencia...
Una metáfora brillante de cómo nos influimos unos a otros en nuestra existencia de cómo existimos "con un otro".
 "Necesito saber por qué estoy solo" así es como Hugo pelea por conseguir su objetivo de "arreglar" al señor Mesies y "arreglarse" él mismo...
Me quedé fascinada por la sencillez y grandeza de la metáfora con  que toca uno de los temas más trillados de la psicología y el ser humano, la necesidad de encontrar un para qué, que de sentido a nuestra existencia.

Salí del cine planteándome...¿siento mi vivir con el convencimiento de quien se siente una pieza insustituible de este engranaje que es la vida? ¿siento que todas "mis piezas", lo que se ha decidido en llamar "cualidades y defectos" no son más que piezas necesarias, útiles e insustituibles,  todas ellas del engranaje que somos y del que formamos parte? ¿Siento que absolutamente nada de los que soy está de más en mí?

Recordaba el concepto de la polaridad y  la necesidad de integración de todas las partes de nuestro ser (lo que me gusta y lo que no me gusta de mí) como único camino de la felicidad.


Acabo con está canción de Tontxu (para mí recientemente descubierta) con la que relaciono esa libertad de quien se permite  ser "lo que digo que soy, lo que quiero ser, lo que fui y lo que no se qué soy" ...y su contrario...

viernes, 6 de abril de 2012

El imperio de los "sin otro"


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Hace unas semanas vi el documental llamado, “el imperio de los sin sexo” .Hacía referencia al imperio japonés que ostenta el mayor record de abstinencia sexual  del mundo…

Un imperio donde los varones repiten con mucha frecuencia el término  “mendokusai”  (que corresponde con un “estoy cansado”).  Un imperio donde algunos varones dicen vivir con la exigencia a cuestas  de “hacer gozar” a sus parejas sexualmente, exigencia que les hace abandonar tales encuentros, abocándose de lleno a  la industria del sexo, que en Japón llega a representar el 1% del PIB…
Un negocio que se mueve entre  “cabinas o video vox” (como hipermercados del sexo donde acuden tras el trabajo y antes de volver a casa), prostitutas, masajes donde se paga por recibir  “cuidados maternales” ,masturbadores, muñecas que se asemejan con un perfeccionismo sorprendente a las de carne y hueso, y los llamados “cafes de gatos” creados para cubrir la necesidad de contacto humano a cambio de unas pocas caricias de gatos, o de la sola proximidad huidiza propia de los felinos…Incluso prácticas recurrentes de fecundación in vitro en matrimonios con el objeto de evitar el encuentro sexual...
Me quedé impresionada….y  me venía una y otra vez la idea recurrente de “desnaturalización”… Pareciera que el sexo fuera una necesidad puramente biológica y a la par pareciera como si emergiese por algún lugar la necesidad de “encuentro “, de  ”contacto pleno”  con un otro , ya sea un animal o persona a quien he de pagar para satisfacer de algún modo ese hambre emocional…  (me venía la imagen de quien se ahoga sin saber nadar y trata una y otra vez  de  respirar algo para sobrevivir…). 
Me preguntaba qué ocurre que para recibir un “sustituto” del cariño creo que he de pagar, qué hay de la gratuidad y en qué medida me siento merecedor@ de la misma…
Y me preguntaba qué ocurre con ese cansancio crónico al que alude…y es que cuando ponemos nuestra atención en algo que no nos motiva el resultado inevitable es el hastío, cansancio y aburrimiento…
Recordaba la frase de Carmen Vázquez cuando dice que el albúm de nuestra vida estará creado de aquellas mezclas de colores que formemos como resultado de encuentros auténticos con otro (donde cada uno se “funde” por un instante con el color de otro , vive la plenitud de la experiencia, la asimila y esta pasa a formar parte de las experiencias significativas  de su vida), y me preguntaba también qué ocurre que los encuentros con quien uno elige para compartir su vida se viven desde la exigencia y no desde la espontaneidad….
Y es que el compromiso con algo o alguien o se vive desde la espontaneidad y uno se siente completamente implicado, o como dice Carmen Vázquez uno se siente llevado en el compromiso” a pesar de uno mismo".

Acababa el video con la pregunta… ¿la sociedad japonesa es diferente o simplemente va por delante?
Y me planteaba qué es ser diferente y qué es ir por delante en cuanto a  encuentro con un otro y en cuanto a emociones se refiere….
Y me preguntaba cuándo, por qué o para qué necesitamos  crear realidades sustitutas para satisfacer la necesidad de amor para la que hemos sido creados.